5 Consejos para manejar el estrés laboral

Madrugar, ir a la oficina (o la tienda, fábrica o almacén), hacer las tareas pendientes, responder ante los jefes, recibir a algún cliente enfadado, terminar el encargo antes de la hora de salida, irse a casa… y mañana vuelta a empezar.

El trabajo es una de las tareas cotidianas que más relacionada está con la ansiedad y el agobio. El llamado estrés laboral es, por tanto, uno de los principales motivos para acudir a terapia, tal y como reconocen desde PsicoPaso, un centro de Psicólogos en Oviedo especializado en este tipo de casos.

Desde la clínica, en la que cada día ayudan a decenas de personas a la hora de enfocar su relación con el trabajo, ofrecen 5 consejos para manejar el estrés laboral de la mejor manera. Como ellos mismos dicen, el fortalecimiento mental y el desarrollo de estrategias para poner los problemas laborales en su nivel de importancia es el primer paso para encontrarse mejor en el día a día.

Ponerse metas alcanzables

La primera causa del estrés laboral es la sensación de no llegar a nada, de no poder acabar las tareas pendientes. En ese sentido, los psicólogos de PsicoPaso son rotundos: siempre va a haber trabajo pendiente, así que lo que se tiene que buscar es un cambio mental a la hora de afrontar esta realidad.

Para ello, conviene ser realistas y marcarse metas alcanzables, incluso aunque eso signifique que las tareas se dividan en segmentos que hay que completar en un tiempo prudencial. De esta manera, casi cada día se podrá marcar un tick de "realizado", lo que contribuye a mejorar el estado de ánimo y la sensación de realización.

Practicar técnicas de relajación y descanso

Sentarse ocho horas ante el ordenador o estar de pie ante la línea de producción sin tomar un descanso no solo contribuye al estrés mental, sino también al físico. Y esto se traduce en nervios, ansiedad e incluso contracturas y dolencias.

Para resultar más eficientes en el trabajo, es recomendable tomar un tiempo de descanso y, si es posible, hacer estiramientos y prácticas de relajación para enfrentar la vuelta a la actividad con una actitud más positiva.

Entender que el trabajo permite disfrutar de otras cosas

Quienes no son unos apasionados por su trabajo, o tienen una gran vocación, pueden llegar a sentirse atrapados y con un gran malestar anímico por ir cada día a la sede de la empresa.

Es importante hacer un cambio de chip y pensar que el trabajo es lo que permite hacer otras cosas como disfrutar del tiempo de ocio, darse algún capricho, ahorrar para comprar una casa o cualquier otro tipo de premio que haga que el esfuerzo merezca la pena. El trabajo no tiene por qué ser un fin, sino un medio.

Poner límites

No todo vale en el trabajo, y poner límites tanto a uno mismo como a los demás es clave. Lo principal es respetarse a uno mismo, no asumir tareas que no corresponden ni obligaciones por las que no se recibe retribución. Y esto se puede trasladar de una manera educada, para no crear una sensación de impotencia que acabe por generar estrés laboral.

Hacer ejercicio

Imponerse una práctica continuada de ejercicio algunos días por semana al salir del trabajo es una excelente práctica para liberar tensiones y despejar la mente antes de llegar a casa.

Estos son tan solo algunos consejos y prácticas que, bien aplicadas, pueden ayudar a mejorar la relación con el trabajo y las sensaciones que se viven en él. Con esto, y ayuda psicológica, se puede mejorar completamente la forma de enfrentarse al día a día laboral y disfrutar no solo de ello, sino de cada momento del día a día.